Tras la vuelta de Suiza y una breve estancia de 6 días por Estonia, la maleta de flores vuelve a la carga; a cargar pilas. Tras un año intenso no hay nada como parar y hacer balance a orillas del Cantábrico. Running matutino, playa, sidras, familia, libros (siempre libros), paseos, deporte, gimnasio, piscina, rebajas... Parar y pensar. Eso son vacaciones.
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Las vistas del desayuno... =D |
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Puesta de sol. Gijón. |
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San Lorenzo way of life! |
Tengo poco nuevo que contar. Me sigue emocionando el cantar de mis paisanos por las calles, el grito, el bullicio, la alegría... Porque Asturias es eso... Marcada por la mina y la mar por esa cultura de gastar y compartir hoy por lo que pueda pasar mañana. Y como no sabemos si hay mañana, gocemos hoy. Porque salir de la zona de confort y darse a los demás es el único camino para conocerse a uno mismo y ser feliz. Y algunos tenemos la suerte de tener alrededor personas que te exigen ser mejor y superar los propios límites. Y el verano es un buen momento para ahondar en ello y dar gracias. Y siempre con alegría y buen humor. Porque no solo las bicicletas son para el verano...